Hoy escribo a estas horas de la mañanas por una razón muy simple... Buaf, ¿cómo os lo digo? Bueno, ahí va...

Y no hemos podido entrar, y al final he tenido que llamar desde una oficina de la Caja de Burgos a mis padres para que fuesen a buscarnos, porque los profesores no tenían intención de llamar a los autobuses.
¿Qué podía hacer? ¿Quedarme en la ciudad hasta las 2.30 y volver sola en el bus al pueblo? Ni de coña (y perdón por la expresión).
Total, que estoy en casa más aburrida que una ostra, escribiendo entradas para el blog (tengo alguna pendiente) y viendo capítulos de Fullmetal Alchemist...
Dentro de un rato colocaré algo, tengo alguna sección olvidada.
No tengo remedio.
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